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Cada año, la pequeña localidad de Acaxochitlán , en el estado de Hidalgo , se transforma en un espectáculo de color y devoción durante las fiestas en honor al Señor del Colateral. En el corazón de este evento, se encuentran los impresionantes tapetes de aserrín que adornan las calles, creados con gran esmero y habilidad por los habitantes de la región.
Acaxochitlán , de origen náhuatl, es un Pueblo Mágico que se enorgullece de mantener vivas sus tradiciones ancestrales. Una de ellas es la elaboración de estos coloridos tapetes , que se remontan a siglos atrás. Según los relatos, la costumbre de colocar alfombras de aserrín pintadas en las calles se originó como una forma de honrar al Señor del Colateral, la venerada imagen de Cristo que es el santo patrón de la región.
Cada año, a partir del 2 de mayo, los vecinos de Acaxochitlán se reúnen para dar vida a estos impresionantes diseños. Utilizando aserrín tratado con anilina u otros colorantes, crean verdaderas obras de arte efímeras que cubren casi dos kilómetros de las calles de la cabecera municipal.
La elaboración de los tapetes es un esfuerzo comunitario que involucra a cientos de habitantes. Cada uno de los ocho barrios que conforman Acaxochitlán se encarga de diseñar y construir sus propias alfombras, coordinando a los vecinos para lograr resultados monumentales.
Los diseños de los tapetes van desde imágenes gigantescas de Jesucristo hasta intrincados patrones geométricos y florales. Algunos barrios incluso contratan a expertos de Huamantla, Tlaxcala, donde se celebra una tradición similar, para lograr efectos aún más impresionantes.
El clímax de las festividades llega el 3 de mayo, Día de la Santa Cruz, cuando comienza la procesión del Señor del Colateral. La imagen de Cristo, de pasta de caña y con más de 200 años de antigüedad, es llevada en procesión por las calles alfombradas, recibida con cohetes y vítores por los fieles.
Durante el recorrido, las bandas musicales se unen a la procesión, interpretando alegres melodías en agradecimiento por los milagros y favores atribuidos al Señor del Colateral. Los vecinos y visitantes participan con fervor, demostrando su profunda devoción.
Tras visitar las diferentes comunidades, la imagen del Cristo finalmente regresa a su lugar de origen, la parroquia de la Virgen de la Asunción, el 11 de mayo. Allí se celebra una solemne misa que marca el cierre de las festividades.
Las impresionantes alfombras de Acaxochitlán han convertido a este Pueblo Mágico en un destino turístico de gran relevancia. Cada año, se calcula que entre 11 mil y 12 mil personas visitan la localidad para presenciar este espectáculo único.
Los tapetes atraen a turistas de todo el estado de Hidalgo, así como de entidades vecinas como Puebla, Ciudad de México, Pachuca y Tulancingo. Muchos llegan para admirar los diseños y capturar fotografías que reflejan la belleza y la devoción de esta tradición.
La celebración en honor al Señor del Colateral, con sus coloridos tapetes de aserrín, representa una importante fuente de ingresos para la comunidad de Acaxochitlán. Los comercios locales, hoteles y restaurantes se ven beneficiados por la afluencia de visitantes durante estos días.
La elaboración de los tapetes de aserrín en Acaxochitlán es una tradición que se ha mantenido viva gracias al esfuerzo y la dedicación de sus habitantes. Cada año, los vecinos se organizan y se unen para dar vida a estos efímeros lienzos de color, asegurando que esta práctica ancestral siga siendo un símbolo de identidad y devoción para la comunidad.
Los mayores de la localidad se encargan de enseñar a los más jóvenes las técnicas y los diseños tradicionales, garantizando que esta herencia cultural se preserve y se transmita de generación en generación.
La elaboración de los tapetes de aserrín es una labor que involucra a todos los habitantes de Acaxochitlán , desde los niños hasta los ancianos. Cada uno aporta su esfuerzo y creatividad, fortaleciendo los lazos comunitarios y el sentido de pertenencia a esta tradición.
En resumen, los impresionantes tapetes de aserrín que adornan las calles de Acaxochitlán durante las fiestas del Señor del Colateral son una muestra viva de la riqueza cultural y la devoción de esta comunidad. Esta tradición, que se remonta a siglos atrás, continúa siendo un símbolo de identidad y un atractivo turístico que cautiva a los visitantes de todo el país.